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Los gritos… con estilo personal

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Cada mandatario prefiere agregarle frases según su momento histórico


Aquella noche del 15 al 16 de septiembre de 1810 la imagen de la Virgen de Guadalupe fue el estandarte inicial del movimiento libertario de México, y se le acompañó de frases que incitaron a la población a revelarse contra el Virreinato de la Nueva España.
La conspiración contra el gobierno español tuvo un momento culminante, y fue el ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Abajo el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII!
El cura Miguel Hidalgo y Costilla fue el que pronunció el Grito de Dolores, el cual se convirtió en expresión de lucha contra los opresores, y con el paso de los años se transformó en tradición que el presidente en turno salga al balcón de Palacio Nacional a repicar la campana y lanzar vivas a los héroes que nos dieron patria.
A lo largo de la historia especialistas han puesto en duda que Miguel Hidalgo haya expresado lo anterior en el inicio del movimiento armado; pero lo que sí es cierto, es que la tradicional arenga tiene el acento particular del presidente en funciones.
Al no existir ley que obligue a pronunciar un Grito de Independencia en particular, frases distintas han dominado este festejo patrio nacional.
Para muchos fue sorpresivo que en 1994, Carlos Salinas de Gortari incluyera en su discurso a Benito Juárez y Emiliano Zapata, incluso a los Niños Héroes.
Leona Vicario, heroína de la guerra de Independencia, fue incluida, por primera vez, en el grito de Vicente Fox en 2001, a la postre el Jefe del Ejecutivo que “había sacado al PRI de Los Pinos”, como él lo manifestaba.
Además de coincidir en su discurso hacia los ¡héroes que nos dieron patria! Felipe Calderón Hinojosa, también titular del Ejecutivo Federal de extracción panista, con pundonor la modificó, en 2010, y manifestó en esa ocasión ¡Viva el Bicentenario de la Independencia! ¡Viva el Centenario de la Revolución!
Ulises Corona, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la UNAM, afirmó que el Grito de Independencia es un acto simbólico que otorga cohesión a los mexicanos y respeto a las instituciones, lo que también se refleja en el desfile militar del 16 de septiembre.
Afirmó que el cambio o modificaciones en los discursos de la noche del Grito son un reflejo del “particular modo de gobernar” del presidente en turno, e incluso, mensajes para que recuerden su gestión de una determinada manera.
En entrevista, Ulises Corona dijo que, al carecer de protocolo oficial, el Grito en Palacio Nacional es un acto personal del presidente, donde algunos héroes patrios no dejan de ser mencionados, otros se agregan e, incluso, hay referencias a la situación política y social del país.
“No es otra cosa más que el modismo personal, de cómo quiere el presidente que se le recuerde. Sí es correcto, porque una característica del sistema presidencial es cómo se destaca la particular forma de gobernar”, manifestó.
El académico de la máxima casa de estudiós considera que este evento nacional se debe despojar de solemnidad, pues sería mejor que el presidente en turno se manifieste humano, “no como figura de cartón”, lo que permitirá mayor cohesión con la sociedad.
“La sociedad recibe bien los cambios en la noche del Grito de Independencia, lo disfruta porque el pueblo se ve identificado”, resaltó.