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Cumple 20 años el Horario de Verano

Al cumplirse este domingo dos décadas de la aplicación del Horario de Verano, el país suma un ahorro económico de 28 mil 400 millones de pesos, 21 mil 807 Gigawatts hora (GWh) ; mientras que la población anualmente, ha ahorrado con la medida el 1 por ciento de su gasto en energía eléctrica.

Con el cambio de horario se dejan de consumir electricidad, lo que además ayuda a disminuir la quema del combustibles, que se usa para generar el flujo eléctrico. Y a 20 años de su imposición, si bien sigue generando “una pequeña inconformidad” para la población, los beneficios son latentes, al igual que la contribución al ser parte de una medida colectiva.

De acuerdo con David Cedillo Hernández, gerente de Evaluación Técnica del Fideicomiso para el Ahorro de Energía, (Fide) se trata de un decreto presidencial que “llegó para quedarse”, evitar daños a la atmósfera y reflejarse en los bolsillos, tanto gubernamentales como de la población, al crear conciencia de sólo usar la energía eléctrica.

En entrevista con CAPITAL MÉXICO, a unas horas de que concluya el Horario de Verano, el funcionario destacó que sólo en 2016 el ahorro fue de mil 420 millones de pesos.

“Como país hemos ahorrado muchísimo y creo que lo que resalta realmente es la parte de emisiones, entonces por ejemplo, en el horario de verano de este año, nada más se ahorraron o se dejaron de emitir 468 mil toneladas de bióxido de carbono, equivalente a la quema de mil 313 barriles de petróleo”, señaló.

Precisó que prácticamente año con año, las cifras son similares y aunque al ser una acción colectiva difícilmente se perciben los beneficios o éstos no son palpables, el ahorro para la población llega a ser desde 40 pesos al año en los recibos y la metodología está totalmente avalada.

Cedillo Hernández precisó que, además, esta decisión ha abierto la posibilidad para que la población sustituya sus focos por ahorradores, cambie sus refrigeradores que tienen más de 10 años de vida, las lavadoras y otros electrodomésticos que llevan a una disminución de hasta 30 por ciento en sus recibos. Precisó que de un año a otro hay variaciones mínimas en el ahorro total de energía, pero éste depende de los patrones de consumo, pero en 20 años es similar y también lo es en comparación con otros países en cuanto a los índices de ahorro de energía.

Es de recordar que este año del 1 de abril al final de octubre, se alcanzó un ahorro de energía eléctrica en consumo de mil 30.40 GWh.

Cifra que, dijo el funcionario del Fide es equivalente al abastecimiento del consumo eléctrico de 539 mil casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 289 kWh/bimestre.

El próximo domingo 30 de octubre termina el Horario de Verano a las 2:00 horas, por lo que el Fide recomendó atrasar los relojes una hora el sábado antes de ir a dormir.

 

Proceso de adaptación

El director de la Clínica del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, Ulises Jiménez Correa, consideró que el cambio de horario de verano en el país puede agravar en las personas con trastornos en el sueño, el síntoma del insomnio.

El catedrático universitario dijo que si la persona no presenta trastornos de sueño, puede implicar ligeros cambios en los hábitos alimenticios, el estado anímico, aumenta el cansancio, la irritabilidad o falta de concentración, aunque estos problemas remiten en el plazo de una semana.

Explicó que durante el invierno existe menos exposición a la luz y al calor que brinda el sol, lo que favorece que se presenten más problemas de tipo de presión, ansiedad e irritabilidad, lo que vendría a agravar los síntomas de insomnio.

Jiménez dijo que las personas mayores de edad, tienen con mayor frecuencia problemas para conciliar el sueño, pero despiertan más tarde, porque no tienen necesidad de tener otras actividades laborales.

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