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Buena higiene tecnológica evita ciberataques

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Los gestores de contraseñas son idóneos para quien busca seguridad adicional en sus dispositivos tecnológicos


El hecho de no practicar “una buena higiene” de ciberseguridad puede abrir toda clase de catástrofes de seguridad al cambiar de una conexión a otra, no sólo para el equipo propio, sino también para los de otras personas, advirtió la desarrolladora de software y appliances de seguridad Fortinet.
Explica que el malware se propaga muy rápido porque opera utilizando vulnerabilidades del sistema operativo de los dispositivos, software que los cibercriminales saben que la mayoría de las empresas e individuos no se han molestado en actualizar o “parchar” y menos buscar opciones como el uso de gestores de contraseñas.
El estratega senior de seguridad en Fortinet, Anthony Giandomenico, sugiere pensar en los ciberataques como virus o bacterias: antes de que la gente entendiera qué causaba la enfermedad, la higiene personal era muy diferente.
“A medida que la ciencia médica comenzó a entender el papel de los organismos microscópicos en el desarrollo de las enfermedades y cómo la higiene básica podía impedirlas, lavarse con mayor regularidad se volvió más popular y la propagación de enfermedades se ralentizó”, explica.
En resumen, puntualiza, los ataques cibernéticos son posibles porque la gente no practica una buena “higiene tecnológica”.
Es por ello que deben practicar la sana costumbre de actualizar sus sistemas operativos, porque equivale a mejorar la higiene tecnológica.
De acuerdo con el experto, los consumidores suelen pensar en la seguridad cibernética en términos de protección de sus computadoras; sin embargo, tienden a descuidar el poderoso aparato que tienen en la mano.
También recomienda que el usuario sea su propio equipo de seguridad, toda vez que la responsabilidad para salvaguardar cualquiera de los dispositivos recae en los consumidores, vía una buena higiene al utilizar Wi-Fi y gestionar bien sus contraseñas.
Para evitar que la información sensible sea interceptada, aconseja utilizar siempre un proveedor de red privada virtual (VPN, por sus siglas en inglés) seguro y confiable con cualquier red de Wi-Fi abierta.
Otra buena práctica es asegurarse de que la conexión esté codificada cada vez que se encuentre en línea en lugares públicos o cuando se realice una transacción privada o financiera, por lo que es importante ver la barra URL del navegador y verificar que la dirección empiece con https:// en vez de http://, lo que significa que la transacción está protegida usando la encriptación SSL.
Sugiere también inhabilitar la función de conexión automática a Wi-Fi del dispositivo; si se conecta a un punto de acceso malicioso, el dispositivo podría recordarlo y conectarse a éste automáticamente cuando lo vuelva a encontrar disponible.
A decir de Giandomenico, la razón principal por la que es tan fácil hackear las cuentas de las personas es que generalmente utilizan la misma contraseña para todas sus cuentas, así que “por millonésima vez, deje de hacerlo”.
Existen servicios para dejar a los gestores de contraseñas que hagan el trabajo: ellos generan contraseñas aleatorias y las recuerdan por nosotros. Simplemente el usuario se limita a saber la contraseña maestra que da acceso a las cuentas.
Pide también aceptar dos o más factores para autenticar a los usuarios de aplicaciones; “se podría pensar que es un fastidio cuando se solicita proporcionar una segunda prueba de identidad, pero no es nada comparado con el dolor y la angustia provocados por un ransomware o un robo de identidad”.
Otro consejo es instalar software antivirus y antimalware, actualizarlos y ejecutarlos regularmente, así como establecer un calendario regular, una vez al mes sería suficiente, para utilizar una segunda o tercera solución de seguridad para escanear la red o dispositivo.
La mayoría de software antimalware viene con un firewall integrado, por lo que también debe habilitarse esta protección adicional.