VIANEY PICHARDO
La volatilidad en el tipo de cambio afecta la rentabilidad y las operaciones de las empresas, las de índole familiar resultan mayormente impactadas al no contar con una estructura que soporte la inestabilidad económica como la de este 2016, señalan expertos.
De los más de cinco millones de unidades económicas del país, el 95 por ciento son pequeñas y medianas empresas (Pymes), de las cuales ocho de cada 10 son negocios familiares, ya afectados por la turbulencia en el tipo de cambio.
Esto se debe a que el peso opera como la moneda funcional en casi todas las firmas, la pérdida de su valor implica, mayores inversiones en el abastecimiento, en la cadena de producción, así como en la distribución y entrega de mercancías, tan sólo en 2015, el peso cayó 16.7 por ciento frente a la divisa americana.
En la mayoría de los casos, no existen condiciones flexibles ni cultura del manejo del negocio, lo que impide sortear un escenario macroeconómico complejo como el actual, asegura Ricardo Fainsilber, fundador y director de Fainsilber Asesores.
“No tienen un sistema sólido de negocio que les permita hacer frente a una recesión, o al menos que no les impacte demasiado, la situación económica van cambiando, los negocios también, van creciendo, pero no están preparados”, aseguró.
Indicó a CAPITAL MEDIA que ante una dinámica de fluctuación, las entidades familiares son las más expuestas, porque tienen la creencia de que profesionalizarse es un gasto y no una inversión.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en promedio las Pymes tienen una esperanza de vida de dos años, en el último lustro más de un millón 630 mil han cerrado.
