Por Walter Bianchi y Adam Jourdan
BUENOS AIRES, 4 jun (Reuters) – Las reservas en dólares del banco central de Argentina se están diluyendo a pesar de medidas del Gobierno para restringir el acceso a divisas, cuyo nivel es el más bajo desde inicios del 2017, en momentos en que el país lucha contra la pandemia del coronavirus y busca reestructurar una abultada deuda soberana.
Solo en mayo, las reservas del banco central cayeron casi 1.000 millones de dólares, ya que la entidad buscó apuntalar el peso argentino, mientras que las tenencias del banco se han desplomado en alrededor de 3.000 millones de dólares desde enero.
A fines de mayo las reservas internacionales del banco central totalizaban unos 42.589 millones de dólares, frente a un pico de casi 80.000 millones a principios del 2019.
Los bajos niveles encendieron señales de alarma en momentos en que Argentina aumentó los gastos de emergencia para combatir la pandemia de COVID-19, salir de una recesión y apaciguar a los acreedores extranjeros que presionan por un pago mayor en una reestructuración de la deuda de unos 65.000 millones de dólares.
La entidad monetaria ha buscado en las últimas semanas restringir el acceso de las empresas a dólares, mientras que los ahorristas solo pueden comprar un máximo de 200 dólares por mes, sobre el cual pagan un alto impuesto del 30%.
“A pesar de las restricciones en la compra de divisas y el superávit comercial, la creciente incertidumbre ha desencadenado una nueva ronda de reservas en caída”, dijo la consultora local Ecolatina, agregando que los “niveles alarmantes” podrían provocar un mayor endurecimiento de medidas restrictivas.
El país sudamericano impuso duros controles de capital el año pasado después de que una fuerte caída del mercado derivó en un drástico drenaje de divisas mientras el banco central buscaba apuntalar un peso debilitado y los ahorristas buscaban refugio en moneda estadounidense.
Los funcionarios argentinos dicen que quieren relajar los controles una vez que la economía se haya estabilizado y un acuerdo por su deuda soberana haya sido lograda.
Sin embargo, permanecen los temores de que se produzca una nueva corrida sobre el peso en un país donde durante décadas se ha intentado, sin mayores logros, construir confianza en su propia moneda.
Actualmente las reservas internacionales del banco central suman menos que el total del valor de las importaciones de Argentina del año pasado.
Los duros controles de la moneda y las intervenciones del banco central han mantenido el peso mayorista relativamente estable, pero el valor de la moneda en los mercados no oficiales se ha desplomado, creando una brecha preocupante del 80% respecto a la plaza oficial.
Analistas estiman que los controles permanecerán al menos hasta que se complete la reestructuración de la deuda de Argentina. En tanto, el Gobierno se acerca cada vez más a un acuerdo con los acreedores, aunque aún enfrenta obstáculos difíciles para llegar a un acuerdo integral.
“Mientras duren las negociaciones, esperamos que se mantenga un fuerte control sobre las operaciones de cambio dado el telón de fondo de la caída de las reservas y la alta demanda de dólares”, estimó la correduría Portfolio Personal Inversiones.
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(Reporte de Walter Bianchi, Editado por Maximilian Heath y Jorge Otaola)
