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Regresar el romanticismo a nuestros corazones

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*José Manuel Elizondo Cuevas habla sobre su tercer libro: Besos con sabor a cebolla Por Cristóbal Torres Nayarit, 7 de febrero (Notimex).— Recuperar los valores del romanticismo en una sociedad cada vez más deshumanizada es la intención del escritor José Manuel Elizondo Cuevas, quien recién en el Festival Literario de Nayarit “Alí Chumacero” presentó su […]


*José Manuel Elizondo Cuevas habla sobre su tercer libro: Besos con sabor a cebolla

Por Cristóbal Torres

Nayarit, 7 de febrero (Notimex).— Recuperar los valores del romanticismo en una sociedad cada vez más deshumanizada es la intención del escritor José Manuel Elizondo Cuevas, quien recién en el Festival Literario de Nayarit “Alí Chumacero” presentó su tercer libro titulado Besos con sabor a cebolla (2019, Círculo Rojo), donde plasma una historia costumbrista del Tepic de final de la década de los sesenta.

      Elizondo es un autor muy versátil que puede escribir de diferentes temas manteniendo un mismo estilo; su primer libro Sueños de misterio, fe y esperanza (2017) fue una obra dirigida a niños; en Noche Oscura (2018) incursionó en el misterio; ahora con Besos sabor a cebolla (2019) se acerca al romanticismo. “En los tres libros que tengo encontrarás mi estilo, porque yo he cuidado mucho eso: decir mis palabras, mis cosas, mi forma de sentir”, menciona el director en entrevista con Notimex.

      Afirma que su formación periodística le permitió ser consciente de esa versatilidad. “El periodismo fue uno de los elementos que me empujó a escribir libros; tengo una columna de opinión donde puedo hablar de lo que se me ocurra”; ahí empezó a escribir relatos para explicar temas complejos como la inflación, “porque hacerlo con términos económicos es imposible”.

      Entre sus lectores, “que yo pensé que eran tres… pero me di cuenta que no”, empezaron a mandarle comentarios de que tenía una narrativa muy envolvente, muy agradable, “ahí fue donde me sugirieron empezar a escribir un libro”.

      En éste su tercer libro, Elizondo Cuevas buscó retratar una pincelada costumbrista de lo que era la campiña olvidada. “La escribí en tres o cuatro meses, porque esa idea siempre la tuve en la cabeza; ya nada más fue cosa de plasmarla en palabras; en total fue un trabajo de seis meses, contando el tiempo para que la editorial lo sacara”.

      La historia versa sobre una pareja que se conoce desde niño, “viven en un pueblo de finales de la década de los sesenta y principios de los setenta; retrato toda una vivencia, un proyecto de vida desde que son niños y las diferentes dificultades que se van presentando, como encontrar acceso a la educación cuando tenías que salir de tu pueblo porque no había preparatorias, por ejemplo”.

 

Recuperar los valores del pasado

Más que la historia en sí misma, Elizondo utiliza esa narración como vehículo para plasmar sentimientos propios de una época hoy inexistente que ha modificado el comportamiento de los individuos. “Traté de rescatar esos valores que uno añora”.

      Besos con sabor a cebolla tiene situaciones muy emotivas, pues en su estructura el autor mete varias cartas que el personaje escribe a su pareja: “son cartas verdaderamente poéticas, son lo que un hombre de bien, un hombre enamorado, le puede decir a su amada”.

      Es en esos entresijos donde el autor se proyecta: “me pareció interesante utillizar el formato epistolar porque ahí recoge un poco de mi vivencia; ahí trato de expresar la importancia de aquellos tiempos cuando no teníamos aplicaciones de mensajería; cuando esperabas una carta, la emoción de recibirla y ver al cartero con el texto de tu amada”.

      Para el autor es de suma importancia recuperar el romanticismo, “es una cosa que debe rescatarse a toda costa; debe regresar a nuestros corazones porque actualmente estamos deshumanizados, hoy las sociedades tienen mucha indiferencia afectiva”.

      En palabras de Elizondo, su intención es rescatar esa nostalgia, “esos valores que teníamos anteriormente, el cariño y el amor por las cosas” porque ahí se encuentra la receta para “volver a hacer un poco más humanas a las sociedades actuales”.

      Actualmente el también periodista está trabajando en una novela policíaca, “veo que el género está muy en boga y quiero incursionar a ver qué tal está; también quiero incursionar en el misterio y el terror”. Espera a mediados de este año tenerla lista y publicada, sin embargo, todavía no se le ha ocurrido el título.

 

NTX/CTM/MBS