Capital Estado de México

Cultura

Los Portales el verdadero sabor de provincia

TOLUCA

ARTURO MARÍN

@arturomarinini

No se puede hablar de Toluca sin haber paseado al amparo de sus famosos Portales, los de mayor extensión en el país. Su construcción fue iniciada en 1832, cuando Toluca acababa de ser designada capital del Estado de México, para albergar a los nuevos funcionarios que se presentarían y a sus familias. Cuentan con 120 arcos, distribuidos en tres secciones: Portal 20 de Noviembre, con 37 arcos; Portal Francisco I. Madero con 44 arcos y Portal Reforma con 39 arcos. Mismos que han sido el centro de la vida social y comercial de Toluca, así como punto de reunión y referencia para todos.

Tortas

Visitar Toluca y no comerse una torta en el centro de la ciudad es como no haber venido a la capital de la entidad. Toluca es famosa por su tradicional variedad de tortas de chorizo, “estopa” (carne deshebrada), “bombas” (albóndigas), chile macho y toda clase de guisados, que pueden disfrutarse en decenas de lugares, sobre todo en el centro de la ciudad, donde los visitantes acuden a “La vaquita negra” ubicada en los Portales y los toluqueños con el famoso “Ojéis”, instalado en la Plaza Fray Andrés de Castro, atrás del Palacio Municipal.

Mosquitos

Una bebida original de Toluca son los “moscos”, que nacieron en la década de 1920 cuando don Adolfo Almazán abrió una pequeña cantina llamada “La Miniatura”, en la que vendía licores de varios sabores, entre los que destacaba el de naranja; ya que los parroquianos que frecuentaban el establecimiento decían que este licor los había dejado “picados”, la bebida empezó a ser conocida como “los moscos”. Actualmente “La Miniatura” es un establecimiento comercial que se encuentra en el Portal Reforma y los “mosquitos” están disponibles en diversos tamaños y grados de contenido alcohólico: “A” para jóvenes, “AL” para damas, “ALM” para hombres y “ALMA” para suegras y gargantas aventureras por sus 54° GL. En su fachada “La Miniatura” muestra un letrero que a la letra dice: “Visitar Toluca y no llevar una botella de Moscos equivale a ir a Acapulco y no bañarse en el mar”.

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