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Bicitaxis ahorran tiempo y dinero

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Soluciona la falta de transporte en traslados cortos


En trayectos cortos el ahorro al usar bicitaxis en lugar de transporte público en el Valle de México –en promedio– es de 30 por ciento. Ello, al cobrar los primeros siete pesos por tramos cortos y proporcionales contra los diez pesos que cobra un microbús por los primeros 12 kilómetros del trayecto.
En algunos de los municipios de la entidad se cuenta con una reglamentación que regula este servicio, tales son los casos de Chiconcuac, Amecameca, Ecatepec, Cuautitlán Izcalli, Tultepec y Tultitlán.
Pese a ello, la mayoría de los bicitaxis pertenecen a alguna organización, casi siempre constituida como asociación civil, pero también pueden aglutinarse en agrupaciones afines a partidos políticos.
Para Mario, trabajador del manubrio, “el bicitaxi es adicional a mi trabajo, puesto que se obtiene un ingreso ‘extra’ para la economía”.
Como él, centenares de bicitaxistas hacen “su lucha diaria” en municipios donde las organizaciones que los concentran han logrado que el servicio cuente con una debida regulación y hasta cierto punto un marco organizativo similar al de las rutas del transporte concesionado, legal y constituido.
Los bicitaxis representan una actividad económica que nació de manera espontánea como han surgido otros servicios de transporte.
Con una historia de al menos 20 años, los bicitaxis han venido a solucionar una parte de los problemas de movilidad en aquellas áreas en las que el transporte público no puede prestar su servicio, dadas las características  viales de sus calles.
Es en los pueblos, barrios y colonias populares donde los bicitaxis se han arraigado, no por casualidad, sino porque es ahí donde el transporte colectivo es deficiente y las tarifas son elevadas.
Para los usuarios es cómodo y económico tomar un bicitaxi, les permite viajes cortos a baja velocidad, lo que reduce drásticamente los accidentes viales y los riesgos de muerte por atropellamiento.
El bicitaxi está habilitado para operar en calles angostas, cerradas y callejones de difícil acceso para los automóviles, lo que ha posibilitado un servicio de transporte de pasajeros prácticamente de “casa por casa”.
Los bicitaxis formarían parte ya de una economía “doméstica” en la que quienes forman parte de ella se insertan plenamente al posibilitar la generación de un trabajo remunerado que contribuye directamente al ingreso familiar.