NUEVA YORK (AP) — Cuarentenas en California. Multas en la ciudad de Nueva York. Órdenes para que ciertas personas eviten lugares públicos en el condado de Rockland, Nueva York.

Mientras un brote de sarampión se extiende por todo Estados Unidos —con 704 casos en lo que va del año y contando—, algunos funcionarios locales de salud intentan lidiar con el contagio en comunidades no vacunadas recurriendo a facultades policiales extraordinarias de antaño.

“Desafortunadamente, estamos registrando nuevamente enfermedades de otra generación”, dijo Jason Schwartz, profesor asistente de política sanitaria en la Facultad de Salud Pública de Yale.

“Y ahora estamos registrando nuevamente respuestas de salud pública de otra generación” en las instancias en que los programas de vacunación no han sido efectivos.

Hace no mucho tiempo se creía que el sarampión era un problema que estaba resuelto en gran parte. La enfermedad que llegó a ser común en una época se volvió cada vez más rara después de que la vacuna estuvo disponible en la década de 1960. En el año 2000, las autoridades de salud declararon la enfermedad erradicada en Estados Unidos, lo que significaba que todos los casos nuevos derivaban de viajantes infectados y no por transmisión local.

Hace una década había menos de 100 casos al año. Pero desde entonces han ido en aumento, y lo peor está sucediendo actualmente.

El lunes, las autoridades federales de salud señalaron que la cifra a nivel nacional ya superó el total de cada año desde 1994, en el que se reportaron 963 casos.

Se han reportado casos en 22 estados, pero la gran mayoría son en Nueva York, especialmente en la ciudad de Nueva York y en el vecino condado de Rockland. La mayoría de los casos en el estado han sido de personas no vacunadas de comunidades judías ortodoxas.

El 75% de las personas afectadas por esta enfermedad sumamente contagiosa son niños y adolescentes.

No se han reportado decesos en lo que va del año, pero 66 pacientes fueron hospitalizados.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés) señalaron que el conteo de este año incluye a 44 personas que se contagiaron mientras estaban de viaje en el extranjero. Algunos de ellos causaron brotes, especialmente en personas no vacunadas, incluyendo algunos en Nueva York.

En la mayoría de las personas, el sarampión causa fiebre, escurrimiento nasal, tos y salpullido. Un porcentaje menor de personas infectadas pueden sufrir complicaciones como neumonía y una peligrosa inflamación en el cerebro. Según los CDC, por cada 1.000 niños infectados, uno o dos morirán a causa de la enfermedad.

Los nuevos brotes de sarampión podrían ser una advertencia de que otras enfermedades prevenibles como la rubeola, la varicela y la meningitis bacteriana también podrían resurgir, señalan los expertos.