Antier domingo, nuestra Constitución cumplió cien años, celebración histórica que nos recuerda el momento fundacional del México moderno, el de instituciones. Si bien el país ya había promulgado otras durante el siglo XIX, no cabe duda que la Carta Magna de 1917 logró plasmar una visión de nación en su esencia, destacando el carácter social que marcó el rumbo que tomaría México durante el siglo XX.
Después de la independencia, México luchó para encontrar su identidad y definirse como nación. Después de la lucha entre liberales y conservadores, y el régimen de Don Porfirio, el país se encontró en una lucha brutal que minó el desarrollo económico durante un tiempo, pero que al final generó la necesidad de replantear nuestro significado. Fundamentalmente, la Revolución mostró que la prosperidad y crecimiento que se podía generar tenía que ser más equitativo.
En este sentido, la Constitución le dio al Estado herramientas para elevar lacalidad de vida de millones de mexicanos. Desde el acceso a la educación, como la propiedad de la tierra y los derechos laborales, mucho de lo que hemos conseguido durante cien años para funcionar mejor se lo debemos a tener una Carta Magna que le dio significado al país en momentos de tensión e incertidumbre.
Ahora, como lo señaló el presidente Peña Nieto, la mejor de manera de honrarla es trabajar juntos, en unidad, para sacar adelante a nuestro país.
Este 2017 nos ha encontrado con la oportunidad de reforzar lo que se ha hecho bien y corregir lo que no, y por eso, estoy seguro que si defendemos la esencia de nuestra Carta Magna, esa de justicia y prosperidad compartida, dentro de cien años tendremos aún más razones para festejar.

Nuestro Dato: La Constitución de 1917 fue considerada como la primera constitución social del siglo XX.