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No se le hará a Calderón

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Por Eduardo Ruiz-Healy


Felipe Calderón nunca se acostumbró a dejar de mandar en el PAN y tampoco aceptó que el máximo poder que en México puede ejercer un político se le fue de las manos el 1 de diciembre de 2012, al entregarle la banda presidencial a Enrique Peña Nieto.
De 1996 a 1999 fue presidente nacional del PAN. Maniobró para que Luis Felipe Bravo fuera electo como su sucesor y presidiera ese partido de 1999 a 2005.
Luego ejerció su influencia para que, en 2005, Manuel Espino sucediera a Bravo. Ya como presidente de México, Calderón siguió mandando dentro del PAN. En 2007 removió a Espino cuando éste no acató sus órdenes y lo sustituyó con Germán Martínez Cázares.
Después de los malos resultados que obtuvo el PAN en las elecciones de 2009, Calderón mandó a su casa a Martínez y puso a otro de sus incondicionales, César Nava, al frente del partido.
La hegemonía que Calderón ejerció durante 14 años sobre su partido terminó el 4 de diciembre de 2010, cuando Gustavo Madero Muñoz ganó la presidencia panista en la elección interna que ese día se realizó, dejando atrás al calderonista Roberto Gil Zuarth.
En 2015, Felipe Calderón intentó nuevamente apoderarse del PAN. En enero de ese año su esposa Margarita Zavala anunció que después de las elecciones de junio competiría por la presidencia nacional del albiazul. Sin embargo, el 14 de junio siguiente, mediante un video de dos minutos de duración, dijo que no contendería por la dirigencia del PAN, sino que buscaría la presidencia de la república en 2018. Ese mismo día, Calderón escribió en Twitter: “¡Gran noticia!, @Mzavalagc anuncia que buscará la Presidencia de la República. En cuanto al PAN, @Mzavalagc señala que las cosas son tan graves que se requiere una dirigencia de consenso. De otra forma nos dividiremos”.
En agosto, Ricardo Anaya ganó la presidencia del PAN al recibir 80 por ciento de los votos. Javier Corral apenas obtuvo 16 por ciento.
Desde que Zavala anunció sus aspiraciones presidencialistas dije que Calderón, por medio de su esposa, intentaba regresar a Los Pinos, que buscaba de nuevo ejercer el poder presidencial a través de su leal compañera. También pronostiqué que la actual dirigencia del PAN impediría que la ex primera dama y su marido lograran sus propósitos. No me equivoqué y hoy muchos aceptan que el expresidente de México pretendía reelegirse indirectamente a través de su esposa.
También, los que creyeron que Margarita podía ser la candidata presidencial del PAN aceptan que sobreestimaron la fuerza del matrimonio Calderón-Zavala. Para el bien del país, no se le hará a Felipe Calderón regresar a Los Pinos.
Margarita Zavala es la otra gran perdedora de todo este asunto porque, como candidata independiente, jamás ganará la elección presidencial de 2018.
Eruizhealy
@ruizhealy
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