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La promesa de los tres años

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Dicen los especialistas que una campaña política es un proceso intenso de comunicación, planeado y controlado, en un espacio de tiempo determinado, y hasta ahora quien mejor se apega a los cánones tradicionales es el candidato del Movimiento de Regeneración NacionalAndrés Manuel López Obrador.
El tabasqueño conoce muy bien los momentos que está viviendo el país, pero además tiene muy claros los procesos comunicacionales en que tiene que proponer el debate y además ganarlo.
Hasta ahora los demás contendientes, y conste que estamos en los tiempos de las precampañas, solamente se han contentado con aparecer como miembros de presuntas alianzas con partidos pequeños que difícilmente sobrevivirían en el improbable caso de competir solos, lo que habla de que en realidad nuestro sistema político presenta fallas estructurales porque han proliferado los partidos que se alían por intereses económicos y no por finalidades electorales o programas comunes.
Para decirlo más claro, la política en México es, sin lugar a dudas, un floreciente negocio, y en ella participan mercenarios que lo único que buscan es el dinero. El destino de la gente o de las distintas sociedades estructuradas del país no son más que una mercancía de cambio en el negocio de los procesos electorales. Ésa es quizá la más grande desgracia social que deberíamos combatir porque muchos se dedican a la política por los enormes dividendos económicos que deja.
La política que se practica en este país ha sido mercantilizada desde que decidimos que había que aperturar los procesos de la democracia ante las monolíticas prácticas impuestas por el partido hegemónico. El problema es que con esa apertura creamos charlatanes que han vivido de nuestro dinero y que nada han aportado a los avances de la democracia. Y hay que decirlo, de esas fallas del sistema político participan todos, y quien mejor conoce los recovecos del dinero público sin duda es Andrés Manuel López Obrador.
De eso ha vivido los últimos 20 años, y ha dispuesto de más de 20 mil millones de pesos en su beneficio. Ahora tiene una nueva promesa y seguramente encontrará adeptos y desafectos porque prometió terminar con la guerra contra el crimen organizado en tres años y conseguir la paz en el país. Los especialistas dirán que es otra de sus balandronadas, pero él sostendrá lo mismo de siempre porque no es corrupto y eso lo hace diferente.
Prometer no empobrece, pero cumplir hace la diferencia y no creo que lo logre en el hipotético caso de ganar la elección venidera. Por desgracia estamos en campaña y en ella las fantasías se hacen presentes a cada rato porque nuestros políticos son muy ocurrentes, y el señor López es el mejor de todos ellos. Este país tiene problemas estructurales que no se resolverán en el corto plazo, y otro de ellos es nuestra mentirosa clase política, en la que desde luego incluyo como miembro prominente al señor López Obrador. Todos mienten, y él es el mayor de los especialistas. La esperanza de este pueblo seguirá siendo eso, una mentira, hasta que haya alguien que demuestre lo contrario. Al tiempo.
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