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El hombre indomable

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Por: Antonio Navalón


Y Ahora Donald Trump, como le ha pasado a otras figuras desde principios del siglo XX, es la Persona del Año para la revista Time.

Una publicación en la que desde el papa Francisco hasta diversos dictadores, y desde Adolfo Hitler hasta Franklin Delano Roosevelt, han ocupado tan relevante posición.

Ser “la persona del año” significa que se perfiló como el factor más sorprendente tanto en aspectos positivos como negativos. Y en ese sentido, le corresponderá a Trump y a su acción de gobierno demostrar si fue para bien o para mal.

Mientras tanto la vida sigue y hasta para alguien como Trump existe la realidad. Y es que, hasta aquí fue perdonado por su pueblo al elegirle pese a todas las declaraciones y situaciones que a cualquier otro político le hubieran supuesto la muerte súbita.

Actualmente existen dos corrientes, por una parte la que lo destaca como el primer presidente Twitter de la historia de EU. Y por otra, la realidad en la que como mandatario del país más poderoso del mundo deberá tener la capacidad para saberlo instrumentar.

En relación a México hay una corriente de comunicación abierta entre el futuro gobierno de Trump y el gobierno de Peña Nieto. Y aunque el resultado de su visita no le otorgó simpatía alguna por nosotros los mexicanos, él cuenta con gente que le entiende a esto de administrar el poder y lo conducirá para alcanzar sus objetivos.

Ahora buscamos tener el menor daño posible, pero frente a alguien que es capaz de estallar y anular la compra del avión presidencial mediante un tuit, es necesario tener cuidado porque finalmente él llegó a la Presidencia mintiendo y sin pagar las consecuencias.

¿Habrá muro? Creo que no, porque el muro ya existe y además lo han levantado hacia el interior.

¿Es hora de renovar el TLC? La verdad no creo, pero sí es hora de saber que ese fenómeno o la capacidad de Estados Unidos de vivir con sus propias contradicciones ya trascendió fronteras.

¿Puede Trump hacer su programa de infraestructura sin México y los mexicanos? Me temo que no. ¿Puede cerrar las fronteras? Me temo que tampoco. ¿Puede secuestrar las reservas? Aún no lo sé, porque a pesar de que tuitea mucho al respecto creo que será hasta que llegue el momento de la verdad en el que sabremos si eso sucederá o no.

¿Esto quiere decir que no va a pasar nada? No, porque yo creo que ya pasó y fue muy grave. Sin embargo, no hay que olvidar que la realidad es una cosa que vincula a dos, y que Trump en función de lo que le conviene, también le interesa no prescindir de algo tan fundamental como es la relación tan especial que 3 mil 142 kilómetros de frontera le imponen.