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Alerta roja

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La Coyuntura / Vladimir Galeana


Sin lugar a dudas una de las elecciones más importantes del país será la del Estado de México por lo que representa para el PRI, para el llamado “Grupo Atlacomulco”, y para las oposiciones. Desde que Isidro Fabela diera surgimiento a la que es identificada como la organización política más poderosa, la tradición indica que la gubernatura mexiquense es encabezada por el miembro más avezado de la clase política.
No será fácil decantar al numeroso grupo de aspirantes entre los que destacan por primera vez dos mujeres: Carolina Monroy del Mazo, y Ana Lilia Herrera. La primera es secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, y la segunda secretaria de Educación en el gobierno mexiquense, pero también hay que decir que hasta ahora ninguna mujer ha logrado alcanzar la candidatura y por consiguiente la gubernatura.
Entre los hombres figuran Ernesto Nemer, procurador Federal del Consumidor; Alfredo del Mazo, diputado federal; José Manzur Quiroga, secretario general de Gobierno; Carlos Iriarte Mercado, dirigente estatal; Alfonso Navarrete Prida, secretario de Economía, e Indalecio Ríos Velázquez, presidente municipal de Ecatepec. Si Rubén Figueroa Figueroa viviera, haría una frase en sentido contrario como cuando se refirió a la sucesión de José López Portillo: “La caballada está flaca”.
Muchos son los perredistas que también aspiran, y destacan el diputado local Juan Zepeda Hernández; el secretario de Elecciones del CEN, Octavio Martínez Vargas; el presidente de Valle de Chalco, Ramón Montalvo Hernández; el diputado local, Javier Salinas Narváez; el presidente municipal de Ciudad Nezahualcóyotl, Juan de la Rosa García; y el senador Luis Sánchez. También se debe contar el aspirante independiente Alejandro Encinas.
Del lado de los blanquiazules se mencionan a Alejandro Martí, José Luis Durán Reveles, Óscar Sánchez Juárez, Ulises Ramírez y Josefina Vázquez Mota.
Todos tienen prisa, ya que la jornada electoral se llevará a cabo el 4 de junio de este año, y cómo van las cosas para 2018, es una de las elecciones más importantes ya que la tradición indica que el partido que triunfa en el Estado de México seguramente triunfará en la elección Presidencial.
Hay que reconocer que a causa de la crisis que enfrenta el Gobierno Federal la posibilidad de que los tricolores ratifiquen su triunfo en la Presidencia de la República es remota, pero desde luego que harán todo lo humanamente posible para ganar la elección en la entidad mexiquense, que por cierto nunca ha estado en manos de la oposición. El Atlacomulco pondrá todo su poderío económico y electoral de por medio, porque una derrota provocaría el disgregamiento de sus componentes y quizá su extinción. Si la organización fundada por Isidro Fabela subsiste, habrá partido para rato. Así de simple. Al tiempo.