México, 29 Abr (Notimex).- La presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Teresa Bracho González, lamentó que las autoridades actuales intenten prescindir de ese organismo, sin considerar las aportaciones que ha hecho en el desarrollo de la educación en México.
En un comunicado, donde se informó que por ley mañana 30 de abril, Bracho González, concluye su mandato como consejera presidenta de este organismo autónomo, destacó que en este último año el Instituto ha sido objeto de acciones de claro ataque y que tuvo serias dificultades para entablar el diálogo con los poderes legislativo y ejecutivo para poder explicar las atribuciones que por ley tiene establecidas.
Indicó que el mayor reto que tuvo el INEE fue la concurrencia de acciones con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y con las autoridades educativas estatales, en espacios tan amplios y diversos como el Servicio Profesional Docente y la Política Nacional de Evaluación Educativa.
De acuerdo con la minuta de reforma al Artículo Tercero Constitucional, en materia de educación, que será votada en breve en el Senado de la República, se modifican en gran parte la reforma educativa vigente que se aprobó en el sexenio pasado, y que, entre los cambios, establece la desaparición de este organismo.
El INEE fue creado por decreto presidencial el 8 de agosto de 2002, en el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, y antes de constituirse como organismo autónomo, operó en una primera etapa, del 8 de agosto de 2002 al 15 de mayo de 2012, como un descentralizado de la Secretaría de Educación Pública y, en una segunda, del 16 de mayo de 2012 al 25 de febrero de 2013, como un descentralizado no sectorizado.
Como se establece en el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, a partir del 26 de febrero de 2013 el INEE se convirtió en un organismo público autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propios y su tarea principal fue evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del Sistema Educativo Nacional en la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior.
En este sentido, Bracho González apuntó que el INEE ha enfrentado grandes retos técnicos a los que se suman los de la arena política.
“La función de este Instituto no ha sido plenamente comprendida ni valorada por lo que algunos piensan que se puede prescindir de él”, afirmó.
En su mensaje de despedida, señaló que tuvo dos preocupaciones personales: el uso de las evaluaciones, las cuales no se queden guardadas en los cajones de las autoridades, sino que tomen sentido y puedan ser aprovechadas en la mejora del Sistema Educativo Nacional, y la definición y medición de la calidad de la educación.
Finalmente, indicó que deja un Instituto con finanzas sanas y “trabajando en bien de la educación y que está en marcha un importante proyecto latinoamericano para conocer el nivel de aprendizaje de los alumnos en el que México participará junto con otros 16 países, organizado por la UNESCO”.
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