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Mexicano desarrolla robot para ayudar en desastres naturales

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Primero creará autómata que le enseñará cómo balancearse


El investigador mexicano Hiram Eredín Ponce Espinosa trabaja en la creación de un robot que pueda moverse en situaciones de desastre natural, para que de esta forma apoye eficientemente en las tareas de rescate.
Para lograr dicho resultado, el doctor cuenta con el proyecto base: “Transferencia de aprendizaje mediante redes de hidrocarburos artificiales”, el cual el 24 de agosto pasado resultó ganador del Premio a la investigación de Google para Latinoamérica.
El joven, de 31 años de edad, explicó que este proyecto, que ahora será financiado por Google, consiste en que una computadora o un dispositivo en general sea capaz de aprender por sí mismo y después funcionar como maestro para transmitir ese conocimiento a otro dispositivo o computadora.
“En particular nosotros vamos a hacer transferencia de aprendizaje con un método que se llama redes de hidrocarburos artificiales y este es un método nuevo, yo lo propuse”, señaló en entrevista con Notimex el investigador de la Universidad Panamericana (UP).
Luego de probar este método en diversas problemáticas y lograr convertirlo en un lenguaje máquina, Hiram lo aplicará a un primer robot que ya desarrolla, el cual aprenderá cómo balancearse.
“Hemos detectado que (el método) tiene características muy interesantes desde el punto de vista de computación, una de ellas es que tiene versatilidad, es decir, que puede resolver problemas de diferentes ámbitos; como hipótesis es que este método también puede hacer transferencia de aprendizaje”, indicó.
El jóven detalló que para este proyecto se ocuparán dos robots, el primero es uno muy estudiado (péndulo invertido), el cual está sobre dos llantas y al que se le pondrá inteligencia artificial para que aprenda a balancearse y una vez que haya aprendido, deberá transmitir ese conocimiento a otro robot, pero en este caso, de cuatro llantas.

“El proyecto a largo plazo es que el robot de cuatro llantas sirva para hacer tareas de rescate, es decir, que vaya a lugares donde hubo algún siniestro, donde seguramente habrá mucho escombro o estructuras débiles, en las cuales tendría que pasar sobre todo ello”, explicó.

El investigador y candidato al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), detalló que se pretende que el segundo robot sepa como balancearse por sí mismo.
“Porque no es un robot de cuatro patas tradicional, es un robot que estamos buscando que pueda caminar sobre vigas muy delgadas y eso implica un reto en la forma de sus patas, en cómo tiene que caminar y cómo tiene que balancearse”, afirmó.
“Desde el punto de vista de la dinámica o la física que involucra ese robot ha sido muy poco estudiado, queremos aplicar esta técnica de pasar información ya que uno aprendió a hacer la actividad de balancearse para ver si el segundo robot puede hacer lo mismo”, añadió.
Ponce Espinosa dijo que su principal objetivo es crear el robot de rescate que tenga extremo balance, por lo que empezaron a trabajar en él desde hace dos meses y espera que a finales de este año ya puedan iniciar con su fabricación.
“El robot de rescate normalmente cuando entra a diferentes terrenos encuentra muchos objetos; normalmente los robots son difíciles de que puedan mantenerse en equilibrio en estas circunstancias. Buscamos que ese robot pueda estar bien dotado de una estrategia de balance para que en circunstancias reales no vaya a caer y tener dificultades”, agregó.
Ponce Espinosa subrayó que la primera etapa del proyecto consiste en construir el robot de dos llantas en los próximos dos meses, tiempo en el que se le pondrá inteligencia artificial para que automáticamente se balancee.
En la  segunda fase se realizará la simulación de ambos robots en computadoras para ver si el método es capaz de transferir el conocimiento, y finalmente se implementará para después afinar y analizar los resultados obtenidos.
El investigador de la UP resaltó que el balanceo en robots es uno de los problemas más grandes que existen en robótica, ya que no hay una solución única a ello, “no existe una estrategia de cómo se puede balancear un robot, pero entre más compleja se vuelva la estructura de un robot, más complejo también se vuelve la forma de controlarlo”.
“El robot de rescate no tenemos indicios de que alguien más haya estudiado algo con esas características, entonces nos resulta difícil analizarlo desde el punto de vista matemático; esta estrategia, desde este punto de vista, reduciría el costo y el tiempo que nos llevaría poder hacer todo el análisis completo en el robot”, finalizó.