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Debaten sobre sus cuentas ante la justicia

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Acusan a AMLO de dar contratos a modo y proponer a vinculado con Odebrecht


En el tercer debate convocado por el INE, los presidenciables aprovecharon para ratificar sus propuestas de gobierno e intercambiar los ataques y respuestas.
En el Gran Museo del Mundo Maya, José Antonio Meade se mostró como un conocedor de los temas económicos, que maneja los mejores diagnósticos, con cálculos para responder a todos los cuestionamientos.
Andrés Manuel López Obrador reiteró lo que plantea en las plazas, que terminando con la corrupción se logrará la cuarta transformación y confirmó que quiere un modelo diferente de gestión gubernamental.
Ricardo Anaya llegó armado con sus carteles para responder a los ataques, con propuestas concretas en educación, ciencia y tecnología y medio ambiente.
Para el candidato independiente Jaime Rodríguez, su apuesta es replicar el modelo que aplicó como gobernador de Nuevo León.
Al inicio el panista y el morenista se trenzaron en descalificaciones y ataques por supuestos pactos con el presidente Enrique Peña Nieto.
José Antonio Meade cambió su estrategia y no sólo se lanzó contra el tabasqueño; arremetió contra el panista por las acusaciones de lavado de dinero.
Divertido, “El Bronco”, a quien nadie cuestionó, ironizó sobre los ataques, y los llamó la “tercia maldita”.
En un mesa redonda, el primer gancho lo soltó Anaya quien acusó directamente a López Obrador de privilegiar a José María Rioboó con contratos por 170 millones de pesos cuando fue jefe de Gobierno capitalino, por lo que lo retó a renunciar a su candidatura y responder “sin chistes” y “sin payasadas”.
López Obrador se rió y señaló al panista por corrupto. Meade en sus tres primeras intervenciones tundió al morenista. Le advirtió que en su rancho (“La Chingada”) terminará viendo la elección.
Desde su primera intervención y durante todo el debate, Anaya manifestó que la “brutal” guerra sucia en su contra es por su propuesta de enjuiciar al presidente Enrique Peña, pero advirtió que no tiene miedo.
Jaime Rodríguez criticó que no se le preguntara como a todos los candidatos y afirmó que para hacer más eficiente al gobierno quitaría a los flojos, “incluyendo a estos tres”, en referencia a los presidenciables.
Al no cesar los ataques, el morenista afirmó que si su gestión como jefe de Gobierno fue un fracaso los capitalinos no lo apoyarían y de acuerdo con las encuestas “sin presumir y pobremente” está cuatro a uno en la intención de voto. Cuestionó que Anaya propusiera bajar el precio de la gasolina cuando PRI y PAN aprobaron los gasolinazos.
Armado con sus carteles, Anaya mostró que no votó a favor de los gasolinazos cuando fue diputado.
El político de 64 años afirmó que Meade y Anaya están desesperados porque están empatados “hasta abajo” y piensan que van a remontar 30 puntos. “Entiendo que estén desesperados pero serénense”, recomendó.
“No soy corrupto como tú”, espetó López Obrador a Anaya, quien lo presionaba para que respondiera sobre Rioboó. “Me pueden llamar peje pero no lagarto”.
“Dale un beso, cabrón”, les dijo el gobernador con licencia, riéndose. Aprovechó que nadie le hizo señalamientos y se lanzó contra el tabasqueño. Cuando propuso que se empoderara al maestro y no al sindicato, le pidió que mostrara su cartera y sacara la fotografía de Elba Esther Gordillo.
Divertido, López Obrador le dijo que no la llevaba por precaución, ya que estaba sentado junto a Ricardo Anaya.
Leonardo Curzio cuestinó a “El Bronco” por el destino final de las manos que mocharía a los corruptos. El neoleonés le dio trato de presidente a López Obrador y hasta le pidió considerar la refinería de Cadereyta.
Meade arremetió contra el panista por sus acusaciones por estar involucrado en un presunto caso de lavado de dinero.
Anaya les advirtió que enfrentarán a la justicia, él y Peña Nieto por casos como Ayotzinapa, La Casa Blanca y la Estafa Maestra, y al tabasqueño lo cuestionó por por su pacto con Peña Nieto, a quien incluso ya perdonó.
Meade desestimó las acusaciones de Anaya y aprovechó para señalar que Javier Jiménez Espriú, propuesto como secretario de Comunicaciones en el gabinete de López Obrador está implicado en el caso Odebrecht: Un cartel que levantó López Obrador mostrando la fotografía de Peña y Anaya.
Rompiendo las reglas del debate, Anaya lo interrumpíó y le echó en cara su supuesto acuerdo con el mexiquense.
Arrebatándose la palabra, López Obrador le dijo que no había visto al Presidente en seis años y que su fuerte no es la venganza sino la justicia.“Ni a ti te metería a la cárcel”, terminó .
De entre todos los ataques, Meade fue el único que le deseó suerte a la selección mexicana de futbol en dos ocasiones.
El debate terminó tras dos horas de descalificaciones y algunas propuestas.