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Pueden apresarme, pero no me callarán

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La ex presidenta de Argentina es sospechosa de haber participado en una maniobra, mediante la cual el Banco Central ofreció dólares a un precio mucho más bajo que el valor mercantil para entregar el 31 de marzo, bajo un nuevo gobierno.


En un acto con tinte político la ex presidenta argentina Cristina Fernández volvió a ocupar la escena pública, ya que se consideró víctima de una persecución judicial para enviarla a prisión, y arremetió contra su sucesor Mauricio Macri.

Tras comparecer ante el juez federal Claudio Bonadío por supuesto fraude al Estado, la ex mandataria, de 63 años, afirmó desde un escenario montado cerca de los tribunales y ante una multitud de simpatizantes: “Estén todos tranquilos…me pueden meter presa, pero no me van a callar”.

Fernández presentó un escrito en su defensa ante Bonadío, quien la citó como sospechosa por participar en una maniobra, por la que el Banco Central ofreció dólares a un precio mucho más bajo que el valor mercantil para entregar el 31 de marzo bajo un nuevo gobierno. Según el juez, esto le causó al Estado una pérdida de unos 77 mil millones de pesos En el escrito, Fernández quien carece de fueros que le otorguen inmunidad, refutó la acusación de “asociación ilícita” que pesa sobre ella, la cual contempla penas de cinco a 20 años de prisión, porque sostiene que “representa otra muestra de arbitrariedad con la que procede” Bonadío.

La expresidenta criticó a Macri, quien la sucedió el 10 de diciembre, por aplicar un ajuste que lleva a la pérdida de las “conquistas sociales” que, afirmó, logró durante su gestión.