Al pie de los volcanes, en la cerrada del Lienzo Charro de Amecameca, minutos previos a las 10:00 horas, comienzan a llegar brigadistas del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Se ensayan los coros, un par de tambores y algunas bubucelas (trompetas), brindan un marco sonoro a manera de preámbulo para el arribo de Juan Zepeda al municipio.
El doctor Federico -personaje local- da la bienvenida, refiere a Amecameca como un bastión zapatista.
En ese tenor menciona que “muchos de los ideales de la Revolución Mexicana siguen insatisfechos, pero con un candidato como tú por supuesto que tenemos expectativas”, expresa a Zepeda Hernández.
Por su parte, Agustín Basave, expresidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, destacó: “Lo que se juega en el Estado de México es más que una gubernatura, ya que está en juego el país”. De ganar, representaría “clavar un puñal al corazón del vampiro”, personificado por un partido político que ha olvidado los ideales de la Revolución.
El expresidente del PRD reconoció que el enemigo es grande, pero mayor es el hartazgo social que vive el Edomex.
Es turno para el senador Luis Sánchez, quien destaca el papel que juega el PRD, como uno de los partidos de izquierda más sólidos hasta la actualidad.
Posteriormente, toma la palabra el aspirante a la gubernatura, rememora el año de 1914, cuando aconteció “El pacto de Xochimilco”, alianza entre Pancho Villa y Zapata “para acabar con la pobreza y desigualdad”. Esto sirve de marco para hablar de la situación precaria del campo, la escasez del empleo, la inseguridad y delincuencia que aqueja al estado. “Eso lo vamos acabar el 4 de junio”, puntualizó Zepeda Hernández.
Para finalizar su discurso, toma protesta a los nuevos brigadistas, a quienes les exhorta a trabajar unidos para lograr un cambio en el Edomex.
Antes de abandonar el templete, los invitados especiales le entregan al perredista Juan Zepeda Hernández los rostros mortuorios de Villa y Zapata. Reconocimiento que otorgan los descendientes de ambos próceres de la Revolución, quienes representan los ideales del pueblo de México.
A su vez, el aspirante a la gubernatura del Estado de México admitió que el reconocimiento es una gran responsabilidad, la cual afrontará en aras de lograr la igualdad social tan necesaria para los mexiquenses más desfavorecidos.
Montado a caballo, el aspirante posa para la foto y se despide de Amecameca para encaminarse a su próxima reunión programada por la tarde en el municipio de Otumba.
A dos horas de distancia del punto de partida de esta mañana, un contingente pequeño espera el arribo de Juan Zepeda, para caminar con él hasta la Plaza principal de Otumba. El primero en llegar es el senador Luis Sánchez, quien platica con los simpatizantes locales.
El candidato apenas arriba al lugar y comienza a saludar a locatarios, transeúntes y gente que pasa en su vehículo, mientras el pequeño grupo de brigadistas alienta a la población a acercarse a conocer y expresarle sus opiniones.
Inicia un largo recorrido por el mercado en torno a la plaza.
Comparte un pulque con un afilador de cuchillos, quien después de dialogar con el aspirante a la gubernatura del Estado de México, cambia su indumentaria -lucía una camisa de Peña Nieto-, por una playera del candidato.
No todos los comentarios son positivos, los locatarios del mercado cuestionan las acciones de los aspirantes, “Una vez que ganan olvidan sus propuestas”.
En el quiosco del centro de Otumba, Zepeda reitera que dará la cara a la delincuencia, respetar el espacio del mercado de herencia prehispánica en la demarcación y se despide de sus brigadas, agradeciendo el apoyo e incentivándolos a convencer a sus vecinos para ganar en los próximos comicios.