Isabel Miranda de Wallace, presidenta de Alto al Secuestro, reconoció que es irregular la construcción de casas habitación en instalaciones escolares, situación que se presume ocurrió en el Colegio Rébsamen.
“Hasta donde yo sé está prohibido, no puedes mezclar un uso habitacional con un uso escolar, lo único que tenían (las escuelas) permitido es una habitación para el conserje, y muchas veces las estuvieron quitando por cuestiones de seguridad de los niños”.
Al acudir al edificio colapsado ubicado a unas calles de la Asociación que dirige, indicó que pese a conocer a la directora Mónica Villegas, y a su madre propietaria del colegio, desconoce si el último piso del edificio del derrumbe fungía como su departamento, o si incluso había más de uno para albergar a más familiares como se ha especulado.
“Las irregularidades le corresponden a la autoridad determinarlas, la SEP es muy estricta y pide cada año la revalidación de todos los permisos, desconozco, eso le toca a la Delegación que tiene el expediente”.
Al interrogarle si la corrupción es un factor común en los edificios colapsados, puntualizó que espera que este no sea el caso.
“La corrupción es común en todo México, y en todas las áreas, no hay una que se escape por desgracia, y yo espero que aquí no sea el caso porque estamos hablando de vidas”.
Al momento las maniobras de remoción tras el rescate de la última persona reclamada en el Colegio Rébsamen, se encuentran detenidas hasta recibir nueva orden, han señalado elementos de la Marina que resguardan el lugar.
Se ha despejado el patio de la escuela, han salido plantas móviles de luz y algunas estructuras que apoyaron las labores de rescate.
En el sitio solo se encuentra la Marina, Sedena y Policía Federal, ningún miembro del cuerpo de rescatistas nacionales o extranjeros está presente.
El domingo 24 de septiembre se logró recuperar cerca de las 20:00 horas el último cuerpo reclamado, se trató de Reyna Dávila, conserje del lugar, atrapada desde el día 19 en el segundo piso de la torre caída.
El saldo del colegio terminó con 26 víctimas mortales, 19 menores y 7 adultos, mientras que 11 niños fueron rescatados con vida.
