En temporada navideña, las empresas privadas de seguridad refuerzan sus protocolos con el objetivo de prevenir la comisión de delitos, además de que servicios, como alarmas vecinales, son cada vez más adquiridos para combatir la inseguridad.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), señalan que en el país la industria de la seguridad privada aporta 1.4 por ciento del PIB nacional y de 2011 a 2016 éstas crecieron 32 por ciento.
En la entidad, la Secretaria de Seguridad, a través de su portal de internet, indica que hasta octubre del presente año, son 292 las compañías de seguridad privada autorizadas.
Su aumento se asocia a la poca satisfacción que existe sobre la seguridad pública, como refiere la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental de Empresas  2016 del Inegi, que señala que sólo 32 por ciento de las unidades económicas avalan el servicio que brinda la policía.
Rodolfo Basurto Carmona, especialista en temas de seguridad pública y presidente de la Red Nacional de Profesionistas de Seguridad Pública, señaló que no se percibe aumento por parte de las empresas, fraccionamientos o familias, en la contratación de personal de seguridad, sólo por ser vacaciones.
Manifestó que entre las acciones que toma la ciudadanía, de forma recurrente para proteger su patrimonio, se encuentra la instalación de alarmas vecinales, las cuales ellos mismos pagan.
“La limitante es que estos servicios son un poco caros”, a la cual recurren más personas, además de implementar otras medidas como grupos de WhatsApp, donde lo esencial es la participación conjunta de la ciudadanía.