La deshonestidad de los presidentes municipales, su poca capacidad para generar ingresos propios, así como para enfrentar costos políticos, son los principales motivos del endeudamiento y de que los ciudadanos perciban la deuda como algo malo, cuando su existencia es en sí “un mecanismo de financiamiento” para mejorar la vida de la población, explicó Diego Díaz, licenciado en Economía e investigador de Plazas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En entrevista para CAPITALMEDIA, el especialista recordó que las únicas fuentes de financiamiento realmente importantes de los municipios son el impuesto predial y los derechos de agua.
“Básicamente esas son sus dos fuentes principales de ingreso y, desafortunadamente, en muchas ocasiones los municipios no tienen la capacidad para recaudar ese tipo de impuestos o derechos y, menos, de asumir el costo político que representa cobrar bien los impuesto o aumentar las tasas”, precisó.
Por lo que, puntualizó, “el endeudamiento municipal es el resultado de una serie de incapacidades para generar ingresos propios que permitan solventar sus obligaciones y la producción de bienes y servicios para sus ciudadanos, debido a que tiene pocas facultades tributarias”.
De acuerdo con el IMCO, de 2006 a 2016 la deuda de los municipios registró un aumento de 100.2 por ciento, superando los 47 millones de pesos, es decir el presupuesto total de los estados de Colima, Morelos y Tlaxcala juntos.
Ante ese panorama, el especialista en asuntos económicos del Instituto Mexicano para la Competitividad aclaró que “la deuda no es mala, lo que pasa es que la forma en la que la manejan no es la correcta, las condiciones de opacidad, la falta  de fiscalización de esos recursos, el no saber a dónde está destinada esa deuda, la cual, en muchas ocasiones se utiliza para pagar aguinaldos de los funcionarios públicos”, y eso es lo que provoca el malestar del endeudamiento y que la población lo vea como algo malo.
En el año 2016, el Índice de Información Presupuestaria Municipal (IIPM) del instituto, el cual mide la calidad de información presupuestal de 453 municipios y delegaciones del país, con el propósito de eliminar condiciones de opacidad y verificar el cumplimiento de contabilidad gubernamental, informó que el ayuntamiento de Tlalnepantla cayó 79 posiciones, es decir, su información contable sobre su presupuesto no fue el idóneo, mientras que los municipios de Aculco, Lerma, Chalco, Metepec, Ocoyoacac, Tenango del Valle y Zinacantepec obtuvieron 100 por ciento en cumplimiento en el Índice de Información Presupuestaria Municipal.
Asimismo, el especialista del IMCO recordó que “la deuda es un mecanismo de financiamiento que el municipio debe de utilizar de acuerdo a lo que establece la Constitución y la Ley de Disciplina Financiera al Financiamiento de Inversión Pública Productiva, es decir, estamos hablando de construcción de escuelas, de caminos, de plantas potabilizadoras de agua y de tratamiento de agua, etcétera”.
Ante esta problemática de opacidad y para controlar la deuda municipal, el investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad recordó que “en 2016 se aprobó la Ley de Disciplina Financiera, la cual establece un sistema de alertas que indicará cuando un estado o municipio tenga un nivel de endeudamiento elevado, por lo que se verá impedido para contratar deuda pública”, detalló Díaz. Dicha legislación entrará en vigor en este año.