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Viven entorno violento en cárceles

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No es secreto que dentro de esas cuatro paredes la mayoría de internos paga con creces el delito cometido; con la condena arrastran a su familia


La corrupción, en todas sus expresiones, se encuentra presente en la mayoría de los penales del Estado de México y del país, así lo refieren organismos no gubernamentales, quienes señalan que la única forma de acabar con este problema, es que las autoridades se apeguen a los lineamientos y reglamentos que, por ahora, son letra muerta.
Durante los últimos días han salido a relucir en los penales de la entidad, actos de corrupción, tortura y luchas internas por el control de los mismos de grupos antagónicos de reos, siendo el más reciente el caso de Luis Alberto González Nieto, conocido en los Ceresos como “El Tato” o “El Tatos”.
El reo, que finalmente fue trasladado a una cárcel del estado de Durango, estuvo recluido en los penales de Neza Bordo, Neza Norte, Texcoco, Neza Sur, El Oro, Chalco, Otumba, Zumpango, Ixtlahuaca, Almoloyita, Sultepec y Ecatepec, y en varios de ellos, según testimonios de familiares de presos y por videos dados a conocer recientemente, Luis Alberto contaba con una red de extorsión y corrupción que ejercía contra los propios reos, lo cual aparentemente, por lo que se aprecia en los videos, era tolerado por las autoridades penitenciarias.
Erik Cruz Bracamontes, abogado penalista y director de la organización no gubernamental Proyecto Inocente,  para el Estado y la Ciudad de México, señaló que son varias las razones por las cuales existen extorsiones y otros delitos dentro de las prisiones en la entidad y el país.
“Uno de los problemas principales, es la corrupción, todo esto no se podría dar, si no hubiera corrupción de por medio”, expresó Cruz Bracamontes, al referirse a los videos donde se puede aprecia cómo golpean a reos al interior de un penal, ante la presencia de un custodio, que permanece como espectador del acto.
Indicó que a través de su organización han dado cuenta de reportes que señalan que al interior de los penales hay reos que cuentan con celulares y drogas, cuya solución de las autoridades es cambiar al detenido de cárcel, pero no se procede contra los custodios que permitieron esta acción.
Además de la corrupción, el director de Proyecto Inocente, señaló que otro de los problemas que se registra al interior de las cárceles, es que no hay una separación entre procesados y sentenciados, ni tampoco hay una clasificación y separación de reos, lo cual permite la convivencia de reos peligrosos y no peligrosos.
Desafortunadamente, manifestó Cruz Bracamontes, no se da cumplimiento al tema de reinserción social, el cual es un tema olvidado, ya que no hay los mecanismos, ni la infraestructura, para cumplirlo.
Por su parte, Francisco Cerezo Contreras, coordinador del Comité Cerezo México, señaló que desde su perspectiva, uno de los problemas más importantes que existen en los penales, es la sobrepoblación, que se da en cetros estatales y federales.
El coordinador del Comité Cerezo México, coincide con el representante de Proyecto Inocente, al señalar que la corrupción es un problema latente en los interiores de los penales, lo cual va ligado a una cuestión económica, ya que existe un flujo importante de dinero de forma ilegal.
“Los penales son minas de dinerode las cuales se benefician directivos, custodios y reos, cuyos casos han salido a la luz, por cuestiones tecnológicas, a través de videos”, pero señaló que es algo que siempre ha existido.
Manifestó que si las autoridades cumplieran con la ley, se resolverían muchos de los problemas que existen al interior de los penales.
Es necesario, indicó, que el gobierno federal y los estatales implementen un verdadero programa de reinserción social, que regresen a la sociedad, a las personas que han cometido algún delito, con oportunidades de empleo y otros factores que les permitan llevar una vida digna.
Para la doctora en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Lizbeth Padilla Sarabia, especialista en derecho penal, los centros de reclusión son mundos sin ley, donde se cobra todo: seguridad, comida, privilegios y se cometen delitos de extorsión de forma cotidiana.
Esos recursos económicos, describió la especialista, son libres de impuestos y se recaudan por pase de lista, extorsiones y seguridad, entre otros rubros.