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A 32 años del terremoto; la tierra tiembla de nuevo

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En el Estado de México se reportó el fallecimiento de nueve personas, cuatro mujeres, tres menores de edad y dos hombres


Por Eduardo Velásco
En algunos casos sólo habían pasado algunos minutos, en otros lugares había transcurrido un par de horas en las que miles de estudiantes, empleados públicos y trabajadores de empresas habían participado en el macro-simulacro, convocado a nivel nacional para recordar el sismo de 1985 y hacer conciencia sobre cómo actuar ante un sismo, cuando el temor los invadió, la tierra se volvía a mover.
La casualidad se hizo presente y como sucedió hace 32 años un 19 de septiembre, la tierra volvió a cimbrar la Ciudad de México y su zona metropolitana, en esta ocasión con un sismo de magnitud 7.1, con epicentro a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, registrado a las 13:14:40 horas, tiempo del Centro de México.
A pesar de que en esta ocasión la destrucción y las víctimas no fueron mayores, en comparación con el sismo de 1985, el susto y temor entre los habitantes del Estado de México no fue menor, ya que el movimiento de la tierra, el crujir de inmuebles y la forma en cómo cables, postes y espectaculares se movían de un lado a otro por varios segundos, que se hacían eternos, causaron temor y momentos de pánico, en algunos casos.
En municipios del Valle de México, como es el caso de Atizapán de Zaragoza, ante las expresiones de “está temblando”, las personas salían de casas y comercios a las calles, ante el temor de que los inmuebles colapsaran.
En algunas escuelas que tienen horarios extendidos, estudiantes, maestros y directivos salieron a los patios y zonas de seguridad, y entre ellos varios pequeños lloraban de manera inconsolable, que eran reconfortados por sus propios compañeros, mientras otros se encontraban sorprendidos, ya que para la mayoría de ellos, fue la primera ocasión que sintieron un sismo de gran magnitud.
En edificios y dependencias públicas el temor también se hizo presente, ya que en algunos inmuebles del gobierno estatal, varios funcionarios, por protocolo y principalmente los que laboran en los últimos pisos, no pudieron abandonar de inmediato las instalaciones, generando crisis nerviosas entre el personal.
Antes de conocer dónde había sido el epicentro, los primeros comentarios entre las personas fue que de nueva cuenta había temblado en Chiapas, pero sobre la preocupación giró en torno a la intensidad como se percibió en la entidad, que fue mucho mayor, en relación al suscitado el pasado 7 de septiembre.
La comunicación vía celular se colapsó y fue a través de redes sociales que miles de mensajes empezaron a fluir a través de la red del internet, donde la pregunta principal fue: “¿se encuentran bien?” y las respuestas comunes fueron: “se sintió muy fuerte, pero estamos bien”.
Conforme pasaron los minutos y se conoció que varios inmuebles fueron afectados en la Ciudad de México, la preocupación creció entre quienes tienen familiares que estudian y trabajan en la capital del país, generando tensión por saber sobre su estado de salud, la cual se fue relajando, ya que conforme pasaba el tiempo las respuestas en la mayoría de los casos, vía mensaje, era que se encontraban bien, pero asustados.
Por su parte el gobierno estatal, con el gobernador Alfredo del Mazo Maza, dirigiendo las tareas de supervisión y revisión, lamentaba el fallecimiento de personas nueve, de los cuales cuatro son mujeres, tres menores de edad y dos hombres en los municipios de Capulhuac, Ecatepec, Xonacatlán, Chalco, Xalostoc, Tenancingo, Lerma y Ocuilan y 29 lesionados.
En esta ocasión no se reportan en la entidad, hasta el momento, daños graves en inmuebles e infraestructura, pero sí caída de bardas, derrumbes y algunos hundimientos que pusieron en alerta a la población.