www.capitaledomex.com.mx

Se conmemora el Día Internacional de la Tierra

w-full h-auto eagerload wp-post-image
 

México es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo


El Día Internacional de la Madre Tierra, que se celebra este 22 de abril, es una oportunidad para concientizar a los habitantes del planeta sobre los problemas que afectan al mundo y encontrar un equilibrio con las necesidades económicas y sociales.
En todo el mundo se realizan actos para celebrar esta fecha, pero sobre todo para implementar acciones necesarias para cuidar, mantener, conservar y valorar la Tierra y todos sus recursos naturales.
En 1970 se celebró por primera vez el Día de la Tierra y en 1972, se llevó a cabo la Cumbre de la Tierra de Estocolmo, la primera conferencia internacional sobre medio ambiente, donde se establecieron las bases de las acciones a emprender para cuidar el agua, la flora y fauna y en educación ambiental.
Desde entonces, el planeta ha perdido el 30 por ciento de su biodiversidad y enfrenta problemas globales, como el cambio climático provocado por la actividad humana.
En 2009, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra con el fin de recordar a todo el mundo la interdependencia existente entre los seres humanos y el resto de las especies.
Un año después, en 2010, México fue sede de la celebración “Décimo Aniversario del Lanzamiento de la Carta de la Tierra”, que se llevó a cabo en Guanajuato, donde se abordó por primera vez el tema de la mitigación y adaptación de las personas ante el inminente cambio climático.
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Madre Tierra es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones.
“Por ejemplo, en Bolivia la llaman “Pacha Mama” y nuestros ancestros se referían a ella como “Tonantzin“, explicó la dependencia federal en su blog.
Los conceptos respecto a la Madre Tierra también coinciden en esencia entre las etnias del mundo, por ejemplo, para los wixárikas de México, la Tierra es un ser divino central, es la madre Tatéi Yurianaka, esa deidad se da vida a sí misma y al mundo.
Según la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas la Madre Tierra es la raíz de la vida, por ello es importante cuidarla y protegerla, “ella es el territorio común en donde habitan las comunidades, así mismo forma parte de su patrimonio cultural”.
Los tzotziles de Chiapas como muchos otros pueblos, piensan que la tierra en la que viven, caminan, y respiran es sagrada, ellos la conciben como la madre de su comunidad y solicitan su autorización antes de hacer uso de ella, que va desde tomar frutos, cultivar alimentos y beber agua, hasta construir casas.
En México, existen muchos territorios indígenas que tienen una importancia ambiental relevante por su riqueza mineral, animal y vegetal, ya que 620 de las 925 especies animales que habitan en el país se encuentran en zonas de los pueblos originarios.
Asimismo, algunas de las áreas naturales protegidas están dentro de territorio indígena, tales como las reservas de la Biosfera Pantanos de Centla, en Tabasco, La Selva Lacandona, en Chiapas; la Reserva de la Biosfera Sierra del Pinacate y el Gran Desierto de Altar, en Sonora, entre otras.
México, por su topografía, variedad de climas y una compleja historia tanto geológica como biológica, es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo, lo que lo dota de una gran responsabilidad social en torno a la preservación y conservación de las riquezas y recursos naturales.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que entre 10 y 12 por ciento de las especies del planeta se encuentran en territorio nacional, que suman más de 200 mil especies animales y vegetales.
Aportamos casi 25.6 millones de hectáreas consideradas como Áreas Naturales Protegidas (ANP), que benefician la regulación del clima, protegen cuencas hidrológicas, captan agua de lluvia para uso humano, agrícola e industrial y sirven como mecanismo de saneamiento del agua superficial y subterránea.
Además, México cuenta con una gran riqueza de especies, pues a nivel mundial ocupa el primer lugar en reptiles con 707 especies; el segundo en mamíferos con 491, y el cuarto en anfibios con 281, y 26 mil plantas y es el primer lugar en variedad de cactáceas.
En lo referente a ecosistemas forestales, es decir, bosques y selvas y matorrales, donde ocurren interacciones entre flora, fauna, suelo y recursos hídricos entre sí y con el ambiente, el territorio mexicano tiene un 70 por ciento de vocación forestal.
También cuenta con 12 ecosistemas: Selva Alta Perennifolia o Bosque Tropical Perennifolio, Selva Mediana o Bosque, Tropical Subcaducifolio, Selva Baja o Bosque Tropical Caducifolio, el Bosque Espinoso, el Matorral Xerófilo, el Pastizal, la Sabana, la Pradera de Alta Montaña, el Bosque de Encino, el Bosque de Coníferas, el Bosque Mesófilo de Montaña o Bosque de Niebla y los Humedales.
Durante más de 16 años, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha trabajado para conservar el patrimonio natural de México conservando los bienes y servicios que proveen los ecosistemas para beneficio de la sociedad y el desarrollo del país.
Las ANP aportan al país calidad de vida para sus habitantes, agua limpia, estabilidad de suelos, conservación de especies prioritarias, mitigación de los efectos del cambio climático, materias primas para la industria y reducen la marginación y pobreza mediante la promoción de proyectos productivos y negocios sustentables.
Refirió que México es reconocido en el mundo por su gran riqueza natural, al contar con cinco sitios de Patrimonio Mundial reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y un sitio mixto.
Hasta el año pasado, México cuenta con 45 Reservas de Biosfera, 66 Parques Naturales, cinco Monumentos Naturales, ocho Áreas de Protección de Recursos Naturales, 39 Áreas de Protección de Flora y Fauna, 18 Santuarios y 142 humedales de importancia internacional, reconocidos por la Convención Ramsar.