La Paz, 21 Ene (Notimex).- Luis Arce, buscará la presidencia boliviana mostrando una credencial incuestionable: haber estado al frente por casi 12 años del crecimiento económico y el combate a la desigualdad en Bolivia, pilares a su vez del expresidente Evo Morales.
Postulado por el Movimiento al Socialismo (MAS), que también impulsó a Morales, ahora el economista de 56 años de edad, de ganar la jefatura del Estado boliviano, tendrá el reto de retomar la madeja del crecimiento económico y reducción de la desigualdad.
Antes del turbulento proceso electoral que cambió a los titulares del gobierno y la administración publica boliviana, Arce anunciaba el pasado septiembre que Bolivia terminaría 2019 como el de mayor crecimiento económico en toda América del Sur.
Los principales organismos internacionales, el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) coinciden en que la nación andina tuvo a lo largo de la gestión de Morales no solo crecimiento económico sino bajos precios y también significativa reducción de la pobreza.
El BM, al referir a la década de 2004 a 2014, indicó que la economía boliviana creció a un promedio anual de 4.9 por ciento gracias a los altos precios de las materias primas y de lo que denominó “una política macroeconómica prudente”,que diseñó desde su despacho Arce.
Como consecuencia, agrega, la pobreza moderada se redujo en 20 puntos porcentuales al pasar del 59 al 39 por ciento entre 2005 y 2014.
El FMI coincide con ese diagnóstico que entre 2006 a 2016 ubica con crecimiento de 5 por ciento y reconoce la desminución de un tercio en la pobreza, con el adicional de desdolarización de la economía.
Empero, en diciembre de 2016 advertía ya del descenso en el precio de las materias primas, lo que obligaba a las autoridades de la nación andina a emplear los márgenes de protección que habían generado, que llevó a que el amplio superávit fiscal se estaba convirtiendo en déficit.
De todo ese proceso el responsable directo fue Arce, contador general de origen, luego economista por la Universidad Mayor de San Andrés y más adelante con un master en Ciencias Económicas por la universidad británica de Warwick.
Con esa trayectoria académica ingresó al Banco Central de Bolivia en 1987 hasta que Morales lo nombró ministro de Haciendo en 2006 y de Economía y Finanzas Publicas a partir de 2009.
Para Arce el secreto del éxito de la política que aplicó bajo la supervisión de Morales fue generar riqueza y luego distribuirla, dijo en entrevista con Telesur tras la renuncia de quien lo llevó a los cargos ministeriales.
En una entrevista difundida por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en 2016, el ahora candidato presidencial describió que que aplicó un modelo de desarrollo propio, que caracterizó como de distribución del ingreso, de disminución de la pobreza y de la desigualdad.
Se trata del modelo económico social comunitario productivo, que redistribuye el ingreso mediante transferencias a la población y que ha permitido pasar de un país absolutamente concentrador del ingreso, a uno de los cinco con mejor distribución del ingreso, dijo en la entrevista con la CEPAL.
Ese modelo permitió que la pobreza extrema pasara de 38 por ciento en 2005 a 17 por ciento en 2010, lo que aún deja 1.7 millones de bolivianos en esa circunstancia, que Arce tenía la meta de que abandonaran en este 2020.
Empero Arce no tendrá sencillo alcanzar la presidencia, pues el actual gobierno boliviano ya anunció su disposición de alcanzarlo con la política de persecución judicial de sus opositores.
Este martes la fiscalía anunció que ampliará su investigación por el llamado caso del Fondo Indígena, lo que podría implicarlo.
Ese caso indaga la presunta desviación de recursos de dicho Fondo, destinado para proyectos sociales, y en la cual, de inicio, al menos se le invitaría a declarar, anunció este martes la fical encargada del cargo, Heidi Gil.
Arce junto con el excanciller, David Choquehuanca, fueron designados el pasado fin de semana por el Movimiento al Socialismo (MAS) y el expresidente Morales, como la fórmula que buscará la presidencia boliviana en las eleccciones del próximo 3 de mayo.
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