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Respaldado por magnate ruso, PAOK festeja en Grecia

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SALÓNICA, Grecia (AP) — Decenas de miles de aficionados en la segunda ciudad más grande de Grecia festejaron hasta bien entrada la mañana del lunes, luego que el PAOK de Salónica se convirtió en el primer club no ateniense que haya conquistado la liga en más de tres décadas. Los hinchas protagonizaron enfebrecidas escenas de […]


SALÓNICA, Grecia (AP) — Decenas de miles de aficionados en la segunda ciudad más grande de Grecia festejaron hasta bien entrada la mañana del lunes, luego que el PAOK de Salónica se convirtió en el primer club no ateniense que haya conquistado la liga en más de tres décadas.

Los hinchas protagonizaron enfebrecidas escenas de celebración. Se aglomeraron en la avenida costera, muchos portando bengalas rojas, para atestiguar el paso del equipo campeón, en un autobús de dos pisos y descubierto, tras la paliza por 5-0 sobre Levadiakos, que aseguró la corona.

El club no ha perdido un solo encuentro de la campaña.

En medio del festejo estaba Ivan Savvidis, el multimillonario ruso que cambió el destino del club y que ha apostado decididamente a la economía del norte de Grecia. La multitud coreó su nombre, mientras el magnate caminaba entre dos hileras de máquinas lanzallamas durante la ceremonia de coronación.

El empresario de 60 años, una parte de cuya familia tiene raíces griegas, se hizo cargo del PAOK en 2012 y lo rescató de la ruina financiera. Saldó deudas y construyó un plantel de 63 millones de euros (70 millones de dólares), que iguala en valor al que ostenta Olympiakos, el club más grande del país.

Savvidis, quien amasó su fortuna en negocios agrícolas en el sur de Rusia, transformó la condición modesta del PAOK, para beneplácito de muchos habitantes de Salónica, resentidos con Atenas al creer que durante años han sido ignorados por las decisiones del gobierno nacional.

“Hemos sentado las bases de lo que espero sea el comienzo de algunos grandes logros”, declaró Savvvidis el domingo por la noche, hablando en ruso, mientras un intérprete traducía. “Hay que dejarles algo claro a aquéllos en Atenas: Lo que nos hicieron nos ha vuelto más fuertes este día”.

Durante la última década, Savvidis ha invertido en varios negocios del norte de Grecia, incluidos algunos al borde de la bancarrota, así como canales televisivos y diarios que suelen apoyar al gobierno nacional de izquierda. Pese a su popularidad en Salónica, el magnate no ha escapado a la controversia.

Los aliados occidentales de Grecia han hecho notar los estrechos vínculos del empresario con el presidente ruso Vladimir Putin. Savvidis fue miembro del Parlamento ruso antes de establecer sus negocios en Grecia.

Y el sueño de Savvidis, de poseer un club poderoso, estuvo cerca de truncarse la temporada anterior en un partido de liga contra el AEK de Atenas. En aquella ocasión, irrumpió en la cancha para protestar una decisión del árbitro, con una pistola ceñida a la cintura.

Savvidis tiene prohibido aún asistir a los partidos del PAOK, pero los aficionados locales dejaron claro el domingo que no le guardan rencor alguno por aquella polémica.

“Ivan, toma tu pistola”, corearon frente a la Torre Blanca, el monumento principal de la ciudad.

Los otros dos títulos del PAOK llegaron en 1976 y 1985. Larissa era el último equipo ajeno a Atenas que había obtenido el campeonato, en 1988.

Olympiakos dominó las décadas posteriores, en las que cosechó 19 de 21 títulos disputados antes de la coronación del AEK, la temporada anterior. Otro club de Atenas, el Panathinaikos, ganó los otros dos cetros.

Semejante monopolio de títulos deportivos era motivo de amargura entre los seguidores del PAOK. La controversia por decisiones arbitrales y las acusaciones de amaño de partidos en la máxima categoría llevaron a que los organizadores de la liga local recurrieran a árbitros extranjeros en todos los encuentros cruciales de la presente campaña.

El PAOK fue fundado a mediados de la década de 1920 por refugiados griegos que huyeron a la ciudad tras una guerra catastrófica contra Turquía. Esa historia explica en parte la lealtad que le profesan sus aficionados.

Y el sentimiento se transmite incluso a los jugadores foráneos.

Vieirinha, capitán portugués del PAOK, no había nacido en el año en que el club obtuvo su campeonato anterior. El domingo, lloró mientras los 25.000 espectadores en el estadio Toumba se ponían de pie para aclamarlo. Jugó los últimos cinco minutos del partido pese a una lesión.

“Un gran equipo como el PAOK no merece esperar 34 años para ganar un campeonato”, dijo Vieirinha. “Lo que hemos vivido en este último año es un sueño para todos los hinchas del PAOK. Yo soy uno de ellos. Provengo de ellos. Para mí, el PAOK significa todo”.

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Derek Gatopoulos y Demetris Nellas contribuyeron con este despacho desde Atenas.

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Costas Kantouris está en Twitter como: https://twitter.com/CostasKantouris