En México existen alimentos prehispánicos con alto valor nutricional, como quelites y guajes, que son desconocidos por la generación millennial, inmersa en la tecnología y amante de los viajes, pero ajena a este tipo de hortalizas y vainas ancestrales.
De acuerdo con el consejero de la Secretaría de Salud para la Medicina Tradicional, Erick Estrada Lugo, el escaso consumo o desconocimiento de estas viandas se debe a que están tipificadas como “alimentos para la gente pobre”, porque son muy baratas o tienen facilidad de crecer en cualquier área de cultivo.
El también investigador de la Universidad de Chapingo señaló que aunque productos como el pulque y el mezcal han tenido gran auge entre esta generación durante los últimos años, es importante difundir el alto valor nutricional de estos vegetales, porque complementarían de manera ideal una dieta.
Esto, apuntó, cobra importancia porque los quintoniles, ejemplo de los quelites más comunes que crecen en el país, tienen más del doble de calcio que la leche y más hierro que la carne, además de ser multivitamínicos.
Precisó que los quintoniles tienen 190 miligramos de calcio y la leche tiene 119; mientras que de hierro tienen seis miligramos, contra 0.3 miligramos del lácteo.
En cuanto al valor vitamínico de esta planta, precisó el investigador que contiene betacarotenos (provitamina A), complejo B y vitamina C, de la cual contiene 68 miligramos, contra la naranja que tiene 45; es decir, en promedio las naranjas, mandarinas y limas tienen 50 miligramos de vitamina C y los quintoniles poseen un promedio de 60 miligramos.
Estrada Lugo señaló que los alimentos mexicanos de milpa basados en más de casi 400 tipos de quelites, además de tortilla, frijoles, salsas, más de 100 tipos de chiles, entre otros, “son una comida muy saludable”.
Expuso que el valor nutricional de plantas como el papaloquelite, la hoja santa, el huauzontle o la verdolaga son superiores a los lácteos, al huevo y la mayoría de los alimentos más populares.
“Si los comparamos con las lechugas, las verduras típicas, son muy superiores los quelites; la única que tiene más betacaroteno que los quelites es la zanahoria, pero en todo lo demás son muy superiores”, resaltó.
Aseguró que nutricionalmente, todos los quelites mexicanos son mejores que las hortalizas traídas de Europa, como la lechuga o la espinaca, con excepción de berros o espárragos; pero en general, “la comida mexicana no tiene nada qué pedir a cualquier comida de cualquier parte del mundo”.
Respecto al guaje, señaló que es tan importante, que por ello se dio el nombre al estado de Oaxaca, que significa “Lugar del guaje”, y mencionó que tan solo por sembrarlos, mejora la calidad de los suelos, pues fijan nitrógeno mediante grupos de nódulos de raíces a base de risodium, con lo que los fertiliza.
Estrada Lugo subrayó que cada 100 gramos de semilla aloja, en promedio 28 por ciento de proteínas; mientras que la carne tiene 20 por ciento, así como una proteína con 20 aminoácidos.
De esta forma destacó la importancia de incluir los quelites y los guajes en los alimentos, en el plato del bien comer y, en los libros de texto gratuito, incluir las tablas nutricionales para que los niños conozcan las bondades de la alimentación milenaria proveniente de los pueblos de México.
En cuanto a su valor medicinal, el encargado del Banco Nacional del Germoplasma Vegetal, Jesús Atzayácatl Cuevas Sánchez, señaló que algunas plantas como el papaloquelite, se utilizan para desparasitar; mientras que los quelites de hoja ancha se utilizan, en cantidades bajas, para dolores estomacales o de la menstruación.
En el caso de los guajes, precisó que sus hojas y flores también son una especie de quelite utilizado para eliminar dolores de cabeza.
Cuevas Sánchez indicó que se debe fomentar su consumo desde los hogares; “con los jóvenes, demostrar que además de ser un importante alimento, son sabrosos”.