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Lanzarote, al ahuehuete sobre el manantial

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Este sitio tiene una tradición ancestral: cuenta con el árbol que marcó la independencia de Tepotzotlán


Sus ramas se mueven lentamente con el soplar del viento y entre sus raíces brota el agua cristalina que extrae del suelo, es el ahuehuete Lanzarote, el árbol que marcó la independencia del señorío de Tepotzotlán, Estado de México.
El Viejo del Agua, como es conocido, fue sembrado en 1460 en lo que ahora es Santiago Cuautlalpan, para señalar el momento en que se reconoció a Tepotzotlán como señorío indígena.
Víctor Vargas, cronista de los Pueblos Altos de esta localidad, relata que el Lanzarote lo plantó un indígena de Chapa de Mota, ordenado por Quinatzin III, primer gobernante de Tepotzotlán.
Durante la época prehispánica, para conmemorar un suceso importante, los pobladores no hacían un monumento, como es costumbre en la actualidad, sino sembraban un árbol que perdurara y beneficiara a la naturaleza.
El agua que salía de las raíces de este ahuehuete inicialmente llegaba a la laguna de Axotlán, un sitio histórico que perteneció a Tepotzotlán y que hoy forma parte del municipio colindante de Cuautitlán Izcalli.
El lugar donde se asienta el ahuehuete, los ejidatarios lo han convertido en un ecoparque recreativo y la comitiva en curso se encarga de darle mantenimiento adecuado.
“Nosotros somos una cooperativa de 143 ejidatarios, que somos dueños de este lugar; con lo que se cobra lo hemos hecho crecer para que la gente de Tepotzotlán y de los alrededores tenga un sitio bonito donde pasar un rato agradable”, dijo Vargas, quien también es presidente del comisariado ejidal.
Este espacio cuenta con tres albercas de diferentes profundidades, a tan sólo unos metros hay un río y los visitantes pueden llevar sus propios alimentos.
“No debe ser importante sólo para nosotros, sino para todos, que es parte de nuestra historia, es parte de nuestro legado: Se dice que éste es el tercer árbol en importancia del país por el significado que tiene”.
El cronista Víctor Vargas cuenta que la importancia de Lanzarote radica en que en el lugar hay tres ahuehuetes y diversas congregaciones que han visitado el sitio le dan una connotación religiosa, esta situación fue considerada desde antes de la llegada de los españoles.
Este árbol ya está en una edad avanzada, por lo que se le han aplicado diversos tratamientos con vitaminas y fertilizantes para que viva mucho tiempo más, “porque no sólo es parte de la historia del pueblo, sino del país y todos debemos estar preocupados por que esto se conserve y perdure para las nuevas generaciones”.
Los ahuehuetes son nativos de México y su nombre proviene del náhuatl atl que significa “agua” y huéhuetl “viejo”, de lo que resulta “viejo del agua”.
Son árboles que pueden vivir muchos años y los podemos encontrar en todo el país, entre los de mayor relevancia se encuentran el del Tule, en Oaxaca; Chalma, en Ocuilán de Arteaga, Estado de México, y el Árbol de la Noche Triste, en la Ciudad de México.