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El arte del buen beber

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El consumo adecuado de agua suele evitar enfermedades riesgosas


Si bien la costumbre de beber agua se ha visto como una moda, o un buen hábito saludable, así como que es imprescindible para nuestro cuerpo, no obstante, éste debe llevarse de manera responsable, pues trae múltiples beneficios a la salud o perjuicios si se consume en menores cantidades o en demasía.
De acuerdo con la especialista en nutrición clínica, Pamela Páez, el consumo de este vital líquido es importante en la vida diaria, pues estimula la eliminación de toxinas y sustancias que no son necesarias para el organismo, proporciona sensación de saciedad, además de que activa el ritmo del metabolismo corporal; sin embargo, también destacó los riesgos de consumir en exceso o en poca cantidad.
Beber poco este líquido vital puede traer consigo afecciones físicas como fatiga, deshidratación y reducción de la velocidad de la actividad enzimática que, en consecuencia, lleva al exceso de peso y la obesidad.
Explicó la especialista que debido a que el cuerpo no contiene el suficiente líquido para eliminar los desechos generados sufre de problemas de estreñimiento e incluso comorbilidades del aparato digestivo.
“La falta de agua en el organismo disminuye la secreción del jugo gástrico y provoca problemas estomacales, como gastritis y úlceras, además de infecciones urinarias”, sostuvo la nutrióloga.
La experta explicó que una persona promedio de 19 años en adelante no alcanza a cubrir ni la tercera parte del consumo de agua recomendado, y la mayor parte de su ingesta se basa en bebidas azucaradas.
“Tomar agua es fundamental para tener una buena salud, pero hay que hacerlo de forma moderada, pues los extremos en su consumo pueden ser al mediano o largo plazos perjudiciales para el individuo”, enfatizó.
En ese sentido, resaltó que si se ingiere agua de manera excesiva, ésta puede traer consigo afecciones como la hiperhidratación, es capaz de causar somnolencia y convulsiones, debido a que por el exceso de agua, la sangre se diluye y bajan las concentraciones de sodio, lo cual provoca reacciones de esa índole.
Algunos ya hablan de obsesión de beber agua potable y creen que este consumo excesivo y compulsivo causa diferentes problemas para la salud, incluso potencialmente mortales.
Y es que algunas personas que consumen cada vez más cantidades de H2O atraídas por la idea de mejorar su piel, adelgazar o tener más energía. Expertos consideran la posibilida de que beber más agua de la necesaria durante un periodo prolongado de tiempo haga que se restablezca la química del cerebro de tal forma que éste espere una cantidad excesiva de líquido.
La especialista en nutrición recordó que el consumo de este vital líquido, complementado con rutinas de ejercicio habituales, permitirá reducir la presión arterial, controlar el nivel de azúcar en la sangre en forma regular, y así prevenir enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes.
Ello, indicó, combinado con una alimentación sana, sobre todo basada en frutas y verduras, coadyuvará a la reducción de carbohidratos, lo cual traerá consigo el control de peso y, por lo tanto, una buena salud.
Finalmente, Pamela Páez recomendó a las personas someterse a controles periódicos de salud, en especial quienes forman parte del grupo de riesgo que pueden contraer una enfermedad renal por tener patologías como obesidad, diabetes e hipertensión.