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Cocotero, un oficio playero que refresca

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El consumo de este fruto, tanto artesanal como industrial, ha crecido en los últimos años


Antes de que salga el sol, desde hace 20 años, don Luis sale de su casa, empujando su carretilla con cocos y otras frutas de la temporada sobre la arena de la playa, para venderlas entre los turistas que visitan las playas de Nuevo Vallarta. Con un machete muy afilado y en menos de un minuto, las hábiles manos de este hombre dejan el coco listo para comer.
Poco después, un turista canadiense lo saborea con limón y una mezcla de salsas botaneras, que en ocasiones provocan que abra la boca y tome aire para disminuir el efecto del picor en la lengua. De oficio “cocotero”, como él mismo se denomina, no deja de alabar este trabajo que le permite disfrutar una de las partes más sorprendentes y bonitas de la naturaleza: el mar, de donde asegura obtener hasta mil pesos diarios esta temporada.
Este oficio es sólo una mínima parte de la variada gama de comercio en torno de este fruto. La cocos fucifera son un cultivo de gran importancia, tanto en el nivel económico como de subsistencia, pues de él dependen directamente miles de familias en México, como en el caso de Luis. Con una gran diversidad de productos, algunos se elaboran de manera tradicional desde su consumo hasta nivel industrial, como el embotellamiento de su agua.
En años recientes se han desarrollado áreas industriales de gran crecimiento en torno el coco, desde el agua, el aceite de la carne, es decir, la parte blanca en su interior, que se utiliza para producir biodiésel; pasando por la cáscara, que sirve para hacer carbón activado, y otros objetos, como filtros para mascarillas y para purificar gases industriales, hasta en la industria automotriz.
Además, en nuestro país se investiga para aprovecharla en la industria de la construcción.
Agua de coco En México, el consumo de esta fruta crece de manera exponencial, sobre todo por la venta de productos derivados y la famosa agua de coco. La venta del líquido se sextuplicó en tres años, al pasar de 1.7 millones de litros en 2014 a casi 11 millones al cierre de 2017.
Sin embargo existen empresas del ramo que señalan que al final del año pasado, se alcanzó un consumo total de 12.4 millones de litros de agua de coco en nuestro país, casi 13 por ciento más que el año anterior.
El mercado de este líquido en el país creció 172 por ciento, según la consultora Euromonitor International. Productores mundiales México es el séptimo productor de coco en el mundo y segundo de América, después de India, Indonesia, Filipinas, Sri Lanka y Papúa Nueva Guinea; seguido por Brasil con 2.4 por ciento y México con una participación de 1.4 por ciento de la producción.
El principal estado productor es Guerrero, que aporta un volumen de 178.2 mil toneladas, las cuales representan 80 por ciento de la producción total. Le siguen Colima, con 18 mil 574 toneladas; Tabasco, 10 mil 955 toneladas; Oaxaca, 7 mil 823 toneladas, y Michoacán, 2 mil 588 toneladas.
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