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Jóvenes de Sinfónica de Naucalpan tocan instrumentos en vez de armas

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La Sinfónica tiene programados conciertos, al menos uno cada mes y cuenta con la participación del Coro Sinfónico


La Orquesta Sinfónica Juvenil de Naucalpan satisface a una sociedad que disfruta de la música, a la que cada mes le ofrece conciertos con la calidad interpretativa de estudiantes o egresados de las mejores escuelas del país, que además son maestros que transmiten valores sociales a menores que pretenden ser músicos.

Entre notas de cuerdas, percusiones y aliento, Beatriz Hernández y Oswaldo López, directivos de la orquesta mencionan que después de cuatro años, dicha orquesta ofrece cinco proyectos: el Centro de Formación Musical, la Orquesta Escuela, los coros Infantil y Juvenil y la propia Sinfónica, conformada por estudiantes o egresados de las facultades de música de la UNAM y UAQ, Conservatorio Nacional de Música y Ollin Yoliztli, principalmente.

Con los sonidos de la melodía de la película “El Exorcista”, explican cómo los músicos de la Sinfónica, que a la vez son maestros de los jóvenes y niños de los otros cinco proyectos, enseñan formación musical, el oficio orquestal que son la habilidad de ver al director, leer las notas, interpretar y escuchar a los demás instrumentos

Sin embargo, Beatriz Adriana Hernández Morales, directora del Centro de Formación Musical, menciona que no sólo educan músicos o fomentan la vocación musical, sino sobre todo, se preocupan porque niños y jóvenes sean buenos ciudadanos dispuestos a contribuir y retribuir a su comunidad. “Joven que toma un instrumento no toca una arma”, expresó.

Y mientras el director Rodolfo Esteban Gallegos levanta su batuta y se producen las notas, recordamos como coinciden las palabras de Hernández Morales con la actitud de los músicos:

“En vez de gastar su energía en el ocio o vicios, dirigimos a los niños y jóvenes hacia la música, a las actividades que resultan agradables a la sociedad y que les pueden satisfacer en lo personal y en su realización como personas”, explicó.

Lo importante es formar seres íntegros, pero a la vez que se eduquen para que puedan ingresar a las escuelas de música como al Conservatorio, a la Universidad Nacional Autónoma de México, o a cualquier escuela donde pretenden obtener su licenciatura, dice Beatriz Hernández, quien se prepara para tocar su flautín.

Oswaldo Hernán López López, director de la Orquesta Escuela, menciona que también adquieren la habilidad de trabajar en equipo, aprenden a convivir entre todos y desarrollan empatías, por lo que en la comunidad se convierten en ciudadanos armoniosos. Así Oswaldo abraza su instrumento de aliento, la trompa, mientras observa a sus compañeros, las notas y la batuta.

Oswaldo y Beatriz coinciden en que Naucalpan es muy musical, por lo que pretenden ampliar esta vocación que sobresale, tanto en la zona popular como en la residencial, ya que a la gente le gusta cantar, y “desde niños les orientamos para que descubran su voz y la usen como instrumento”.

Comentan el éxito en las fiestas patronales que organizan en colonias y pueblos del municipio, pero a la vez que han obtenido reconocimientos en grandes auditorios como en el Teatro Elisa Carrillo de Texcoco, el concierto de Aniversario en el Castillo de Chapultepec y giras por Chihuahua, Puebla, Veracruz, Tlaxcala y Morelos.

También señalaron cómo enriquecieron con esas notas al estilo neoclásico la película “A la mala”, pero reiteran que más les gusta trabajar en las comunidades, cultivar a la sociedad en la música orquestal y formar nuevos músicos.

Y así prepararon el concierto de Día de Muertos efectuado el pasado 30 de octubre en el que ofrecieron, entre otras melodías, El Fantasma de la Ópera, Beatlejuice y El Exorcista, combinadas con clásicas como el Pájaro de Fuego de Igor Stravinsky para atraer a los jóvenes a la apreciación musical.

Sobre la conformación de los grupos musicales puntualizan que la columna vertebral es la Orquesta Sinfónica Juvenil de Naucalpan con 35 músicos, provenientes de diferentes estados y escuelas y a la que pueden integrarse nuevos músicos a través de una convocatoria en la que hacen una presentación.

La Sinfónica tiene programados conciertos, al menos uno cada mes y cuenta con la participación del Coro Sinfónico, que tiene elementos a partir de los 15 años.

El coro Infantil Tlatilca está formado por 20 niños de nueve a 14 años y ya trabajaron su primer concierto en julio, cuando interpretaron Carmina Burana.

La Orquesta Escuela de nivel básico cuenta con elementos a partir de los siete años, y el Centro Comunitario de Formación Musical, de los 13 años a los 18 años, del que pueden saltar a una escuela o al profesionalismo o a la misma Sinfónica.

La Orquesta Sinfónica de Naucalpan ha convencido a los ciudadanos de que es un proyecto social, que desarrolla a ciudadanos a través del arte, por lo que a través del Grupo Cultural Alastaris, ha obtenido apoyo en especie, como fueron recientemente los timbales.